En el comunicado del 1 de mayo de este año, pone que nos dicen que vivimos en el mejor de los sistemas posibles; he andado pensando en esto un poco, y resulta que, a lo mejor, es que no nos lo dicen a nosotras; igual, para que sea verdad la frase, sólo hace falta que se diga para quién es un buen sistema.

En este país, un 1 % de la población disfruta del 22%, del PIB, mientras que a la mitad más pobre de la población no nos llega ni el 8%. Desde que empezó el S. XXI, la brecha económica entre pobres y ricos se ha duplicado.

En el último año, los beneficios empresariales subieron un 25 %, pero gobierno, patronal y hasta los autodenominados sindicatos, UGT y CCOO, hacen un llamamiento a «contener” los salarios. Argumentan que, si a las empresas les va bien, a las trabajadoras también. Esto es cómo cuando nos dice el jefe, que todos vamos en el mismo barco…, salvo que claro, unos estamos abajo, remando, y otros están tostándose la panza en la piscina.

Dicen que la economía va bien, pero no nos dicen la economía de quién va bien.
¿De quién?, ¿del 10 % la población que vive con grandes carencias porque no tiene un duro?, ¿La de ese otro 25% que está con el agua al cuello y no es que no llegue a fin de mes, es que difícilmente llega al día 20?

Es una broma de muy mal gusto tener que oír casi a diario que la economía va bien. Cuando sales a la calle y ves cada día a más personas rebuscando en los contenedores de basura, a más personas durmiendo en la calle; Cuándo ya no tienes para encender la calefacción, y tienes que hacer virguerías para hacer la compra, porque todo es más caro, pero cobrar cobramos lo mismo o menos. Recordad la cifra de antes, un 25 % de aumento del beneficio empresarial…

Y esto, aquí, en un país europeo, de los de la parte privilegiada del mundo, dónde los pobres nos ponemos gordes por comer malamente; enfermamos, pero no pasamos hambre, no morimos de hambre.

Pero si miramos fuera, al conjunto del mundo, la realidad da escalofríos; 345 millones de personas padecen hambre aguda, se calcula que casi 8 millones de personas mueren de hambre cada año. Hay 45 millones de niños en riesgo de morir de inanición, y 149 millones con retraso del desarrollo por falta de alimentos.

¡¡La gente muere de hambre en un mundo dónde casi la quinta parte de los alimentos que se producen acaba en la basura!!

No sé yo si esas personas estarán de acuerdo con eso del mejor sistema posible…
El futuro esplendoroso que promete el capitalismo, parece que sólo es para quienes tienen capital, parece lógico, si lo piensas, que un sistema basado en el dinero sólo se preocupe del dinero…

Así, normal que el dinero y las mercancías que lo generan viajen por el mundo sin restricciones, protegidas por el ejército si hace falta; y si no que le pregunten a los Yemeníes…

Eso sí, las personas que producen esas mercancías, esas no pueden moverse de la parte pobre del mundo a la rica. Las personas son bloqueadas, con mucha más eficiencia que el petróleo ruso, A las personas se les persigue y asesina, si se ven forzadas a migrar, por el hambre, o por la guerra, o por falta un futuro; es que, el derecho de asilo tiene mucho que ver con la cartera.

Me hacen gracia esos que tanto hablan de meritocracia; esos, de apellidos compuestos, y grandes herencias, los que dicen que son muy españoles por haber nacido, mientras niegan el derecho a vivir en el país a quienes, para llegar hasta aquí, han atravesado desiertos, se han echado al mar en lanchas de mierda, han saltado vayas repletas de cuchillas y han tenido que aprender a sobrevivir a las mafias.

Me hace gracia, y me da mucha pena, que cuele semejante sandez. O esa otra de la la igualdad de oportunidades…, porque claro, Marta Ortega preside Inditex, por sus grandes esfuerzos personales, ¡Ojo!, que empezó por abajo, de dependienta, con su Rolex; son casualidades que sea hija del dueño. Ella, es sin duda un ejemplo de mujer hecha a sí misma…, y que alegría para el feminismo, que ahora quienes nos explotan ya sean mujeres…

Y es que es evidente, que si 8 o 10 tíos, han conseguido acaparar ellos solitos la mitad de la riqueza del mundo, es porque su esfuerzo personal es sin duda mayor que el de las 3 o 4000 millones de pobretonas que hoy tenemos que juntarnos para tener lo que ellos tienen; Pobretonas y vagas, claro…, y también tontas, que es que no hemos sabido aprovechar las oportunidades…

¿Y que me decís de esa otra patochada, la de la igualdad ante la ley?

Esa ley según la cual, si faltas al trabajo tres días te echan a la calle de una patada, pero si tu jefe no te paga tienes que estar tres meses trabajando gratis para poder irte de la empresa con derecho a paro. Esa justicia en la que, si tienes 2 milloncejos de nada, puedes salir a la calle con una sentencia por violación, mientras 55.000 personas chupan cárcel, la mayoría de ellas por delitos de supervivencia, como hurtos y trapicheos. La misma justicia que permite que miles de personas que no han cometido ningún delito, salvo el de residir sin papeles en este país, sean encerradas en CIEs, centros dónde las condiciones y las garantías son aún peores que en las cárceles.

Eso sí; si te puedes comprar una casa de medio millón de pavos, tienes el permiso de residencia al día siguiente. O mejor aún, te puedes comprar 3 casas de 160.000 euros y alquilarlas y así vivir de las rentas como los ricos autóctonos.

Y lo del derecho a la vivienda, otra broma de mal gusto del estado del bienestar para unes y malestar para otres. Más de 4.000 personas viven en la calle es esta ciudad según el INE, un poco subestimada la cifra, creo yo.

La mayoría de nosotras nos gastamos la mitad de nuestro sueldo en pagar una mísera habitación dónde vivir. Si te quieres comprar una casa, por ejemplo, aquí en puente de Vallecas, con tus mil pavillos de sueldo, tendrás que trabajar unos 20 años sin comprar ni una barra de pan, y eso sin contar con los gastos del señor notario, ni con los impuestos, ni con la hipoteca.

Sí, un gran problema el de la vivienda, menos mal que los políticos se han puesto manos a la obra y han endurecido las penas por Okupación, y agilizado los tramites de desalojo, mientras policía y jueces hacen la vista gorda con los matones de desokupa, y los medios, con su inestimable colaboración, aterrorizan al paisanaje con que le van a okupar la vivienda que no tienen.

Mientras, nadie parece ponerse de acuerdo para frenar la especulación, ni para frenar los alquileres turísticos, que nos echan de nuestros barrios, ni para recuperar los pisos semirregalados a los fondos buitre que a tantas vecinas han puesto en la calle con subidas de alquiler abusivas.

Ni siquiera se ponen de acuerdo para construir vivienda pública, y eso que ahí siempre se pueden rascar unas comisiones.

O bueno, a lo mejor algún acuerdo alcanzan, y hacen una ley, que luego o no aplican, o hacen inviable su aplicación a base de decretos.

El cambio climático es un buen ejemplo, venga reuniones, venga acuerdos, venga protocolos… ¿y cómo van las emisiones de CO2?, Pues en aumento. Y nos inventamos el capitalismo verde, y en lugar de reducir el consumo de energía, nos cambiamos al coche eléctrico, y llenamos nuestros montes de molinos, y nuestros campos de placas solares. Y en lugar de reducir las emisiones, las convertimos en dinero; Así, una empresa o un país, puede poner en su publicidad que no contamina, incluso aunque haya aumentado sus emisiones CO2, porque las compensa con dinero, que supuestamente se invierte en proyectos ecológicos y para la reducción del carbono; 81,50 euros cuesta lanzar una tonelada de CO2 a la atmósfera.

Y mientras, los efectos del cambio climático son cada vez más visibles.

El año pasado, debido a la subida de la temperatura en el mar mediterráneo, que alcanzó los 30 grados en algunas zonas, se produjo un huracán, que arraso grandes zonas de Grecia y Bulgaria, y provocó más de 5000 muertes en Libia., desde entonces, la temperatura media del mar mediterráneo ha permanecido por encima de lo normal un mes tras otro, al igual que la del resto del conjunto de los mares y océanos del planeta.
Este mes de abril, una ola de calor extremo en Mali ha causado más de un centenar de muertos, al alcanzarse temperaturas de 48º.

Incendios, sequías, inundaciones, cambios drásticos de temperaturas…, podríamos pasar horas enumerando desgracias que ya están pasando, y casi siempre afectando de forma más dramática a la gente más pobre, pero para ellas, no hay compensaciones. Los migrantes del clima ya son una realidad, y se les trata igual de mal que a los del expolio postcolonial.

Ni cumbres de gobiernos, ni acuerdos, ni protocolos, están teniendo ninguna eficacia para evitar que el capitalismo destruya el medio ambiente del que dependen nuestras vidas, como ningún organismo internacional ha conseguido siquiera mitigar el genocidio que el estado de Israel está cometiendo en Gaza, a la vista de todas.

Vemos atónitos, cómo ante la crisis climática, humanitaria, y de recursos que enfrenta este planeta, lo que se está imponiendo una respuesta militar; el lenguaje belicista ha vuelto a los parlamentos, la guerra nuclear parece de nuevo posible, el gasto militar aumenta por todas partes, mientras nos empiezan a meter el debate de reinstaurar la mili.

¿No es evidente que más guerra es más despilfarro de recursos, más contaminación y, sobre todo, más crisis humanitaria, más migraciones de gente desesperada?

¿Pero es que el mundo lo gobiernan psicópatas y descerebrados? ¿En qué coño están pensando?

Pues como siempre, están pensando en ellos, porque a río revuelto ganancia de pescadores, lo cierto es que 1% de gente que acapara el 99% de la riqueza mundial es cada año más rica.

Lo cierto, es que a ese 1% que tiene el dinero y el poder no le va mal, al contrario, le va muy bien. Piensan que, con toda su riqueza, están protegidos de guerras y catástrofes, porque al fin y al cabo saben que sus hijos no van a ser reclutados, que sus casas no van a ser bombardeadas, ni arrasadas por un incendio o un huracán.

Esto es en lo que piensan, en garantizar la continuidad de su poder y sus privilegios; Pues yo sólo puedo pensar en quitárselos.

No podemos seguir tolerando vivir en un mundo tan profundamente injusto.

No podemos seguir pensando “virgencita que me quede como estoy”, y esperar que sean otras a quienes les vaya peor; Hay que dejar de mirarse el ombligo y recuperar la acción colectiva.

Recuperar las redes de apoyo y solidaridad, construir nuestra propia sociedad, una sociedad basada en el apoyo mutuo y el respeto.

Hay que recuperar la confianza entre nosotras, la preocupación por lo que les pasa a los demás; la dimensión internacionalista de la lucha.

Hay que recobrar el ánimo para seguir tejiendo redes y organizando luchas, y si estamos hastiados de fracasos, hay que buscar la manera de empezar a avanzar.

Hay que dejar de envidiar a los ricos y empezar a odiarles, por el daño que nos hacen a nosotras aquí, y por el que hacen en todas partes. Convertir nuestro miedo al paro y a la indigencia, en ganas de luchar, y en solidaridad.

Pasar de limitarnos a defender lo que tenemos y empezar a exigir que queremos:
Un mundo en que no haya ricos ni pobres, en que el dinero no valga más que las personas. Un mundo en que nadie tenga poder sobre otras.

Queremos un presente en el que a nadie le falte el pan, ni el techo, en el que nadie se vea amenazada por un arma.

Queremos un futuro, y tal cómo están las cosas igual hasta podríamos conformarnos con eso, con que exista un futuro para nuestras hijas; Pero no; queremos un futuro con sociedades igualitarias y ecosistemas sanos, no queremos esta sociedad de mierda para el futuro, como no la queremos para el presente.

Hay mucha tarea; así que compañeras, compañeres; ¡vamos a por ellos, que nos están destruyendo! Cada una, en su criterio, cada cual a su manera, cada una con sus capacidades, pero juntas.

¡Y si somos pocas, pues habrá que conseguir ser más! ¡Porque otro mundo es necesario!

¡1º de Mayo revolucionario!